El primer sábado del año hicimos una visita al Hospital de Niños del barrio, por Sánchez de Bustamante al 1400, donde dimos con un interesante modo recreativo de apoyo a las terapias oficiales mediante la cultura titiritera.
El 4 de enero visitamos el Hospital Infantil Dr. Ricardo Gutiérrez donde a la mediatarde, a las 15, comenzó una original presentación de títeres con la intención de generar un clima de distensión y diversión para los internados y visitantes de este hospicio. Entendimos que están sábados y domingos alegrando chicos.
Esa tarde se trató de una técnica –Teatro Lambe Lambe– en donde los títeres están dentro de una caja y son de miniatura y el espectador espía por un agujerito equipado con un auricular. Hubo dos cajas y las obras eran de tres minutos. Dado el hermoso día se hizo en uno de los patios, sin embargo, este hospital cuenta también con un aula magna para funciones.
El equipo estaba compuesto por Milciades Peña, organizador y mediador del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Eduardo Andia, presentador de la Cooperativa de Servicios Culturales “La Calle de los Títeres”, y, en esa fecha, dos titiriteras, Lorena De la fuente y Cintia Santa Cruz, quienes alegraron la tarde para una treintena de personas revelando sus misterios a los más pequeños y también a otros más grandecitos.
Este evento forma parte de un ciclo llamado “La Calle va a los Hospitales de la Ciudad” y “La Calle de los Títeres va a las Escuelas Hospitales” y contiene funciones para todas las edades. Los proyectos fueron concursados en 2019 y auspiciados por Proteatro y el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias. En el caso de la interacción con hospitales la cooperativa “La Calle de los Títeres” es presentada por el Ministerio de Cultura de la CABA.
Contaron que hay varias funciones por semana e incluso obras a pie de cama para los chicos que no pueden, por su salud, ir al patio a disfrutar del arte.
Imagino que esto se relaciona con las enseñanzas que dejó Patch Adams, aquel médico que haciendo de payazo levantaba la alegría y las ganas de vivir de niños internados.
A nuestro entender una alegre y saludable iniciativa.
R.S.