Ayer al mediodía tuve el gusto de ser parte de uno de los cortos de Tito Tinto a cargo de Octavio Palazzo Caputo. Fue en la Casona Cultural Humahuaca y participó también su alma mater, Guillermo Castañeda.
Tito me citó al mediodía del viernes 29 para filmar en la Casona Cultural Humahuaca (Humahuaca 3808) uno de los cortos de su producción. Se trata de un personaje del Abasto que en cada encuentro se sienta con algún hacedor del Abasto y charlan en uno de sus bares. Durante la “entrevista” se acerca alguno del bar e interviene en la charla. La intención es darle nueva visibilidad a un barrio plagado de historia y cultura para ayudarlo a reponerse luego de un año de encierro y distanciamientos por la pandemia.
El proyecto es lanzar los cortos una vez que haya varios producidos en diferentes redes sociales, de lo que dependerá su edición y por ende también su longitud.
Ayer participaron un par de cámaras, sonidista y además hubo un dron previo que entiendo presentaría el lugar ante el encuentro. Cabe agregar que Tito colaboró con el documental El Mercado, de Néstor Frenkel, hace unos años (2014) y además ha participado y colaborado en el programa de Peter Capusotto. También fue anfitrión del Limbo Teatros (vecino del viejo Babilonia de la calle Guardia Vieja) hace más de dos décadas.
En este corto en particular charlamos de cosas como el verano, la situación y algunas anécdotas –como una entrevista que se había hecho con la Casona y esta revista– en el mismo lugar hace más de una década al padre de Tito, don Vicente.
Luego se dieron objetos: por un lado hice entrega del cuchillo que le preparó para el programa el reconocido orfebre Pablo Pallarols que le traje desde la ciudad de Salta y por otro Tito le entregó una placa fileteada por Gustavo Ferrari a Guillermo de la Casona Humahuaca.
Un grato momento donde las historias y el presente se entrecruzan con intención de generar el mejor futuro posible para el barrio que todos amamos.
Rafael Sabini
Nota relacionada: El cuchillo de Tito Tinto
