El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó a comienzos de octubre más de 200 allanamientos en comercios y depósitos de Once, en donde los manteros dejaban su mercadería.
En adelante, impidió que volvieran a vender sobre las veredas del área comercial de Balvanera. A un mes del operativo que contó con la presencia de unos 600 efectivos de la Policía de la Ciudad, las calles están despejadas. Los vendedores denuncian violencia institucional y que no pueden trabajar.
“Da la sensación que es una decisión a largo plazo del GCBA. Sería un fracaso político si llegan a volver los manteros. No sabemos hasta dónde pueden sostener esto”, dijeron a revista El Abasto en Buenos Vecinos BA, una entidad ciudadana que desde hace años brega por la prohibición de manteros en las veredas.
El Gobierno porteño ya había expulsado a los manteros de la vía pública en 2017, en el debut de la Policía de la Ciudad (ex Metropolitana). Había ofrecido capacitaciones y la reubicación en galpones linderos a Plaza Miserere. No obstante, al tiempo las veredas fueron repobladas, incluso luego de varios operativos intermitentes.
Al inicio de la gestión de Jorge Macri como jefe de Gobierno, a fines de 2023, hubo desalojos a vendedores callejeros en Constitución y Retiro. “El tema es que Once es distinto. Esos eran lugares más pequeños, con menor cantidad de vendedores”, analizaron en Buenos Vecinos BA. “Hay que ver cuánto puede bancar el GCBA acá en Once”, sumaron.
En esta línea, reconocen que hay vendedores ambulantes “tanteando” e intentando vender sobre la vía pública de Once. Lo hacen de una forma acotada, sin extender grandes mantas y mostrando poca mercadería.
Eso en el caso de quienes intentan seguir en Once. Se reporta que muchos se fueron a probar suerte a la zona de Nazca y Avellaneda, en Flores, y también a paseos y ferias del conurbano bonaerense.
En esta situación hay denuncias cruzadas, ya que integrantes de Buenos Vecinos BA reportan que algunos representantes de manteros han hecho escraches en la puerta de sus domicilios tras los operativos policiales.
Por otra parte, el referente social Juan Grabois se hizo presente en la Comisaría Vecinal 3 A de Lavalle y Pueyrredón en la noche del jueves 17 de octubre para denunciar presuntas coimas por parte de efectivos policiales a los vendedores ambulantes: “Los policías y funcionarios que cobraban coimas, robaron mercadería, lastimaron a la gente, tendrán que rendir cuentas”.
“Basta de tratar a los pobres como basura. Espero de corazón que el señor Macri y el señor Grindetti (el jefe de Gabinete) defiendan a las víctimas, les devuelvan sus pertenencias y persigan a los policías e inspectores corruptos”, agregó.
Todo empezó en la mañana del viernes 4 de octubre. La Policía de la Ciudad llegó con sus patrulleros, camionetas y efectivos a pie. Vallaron el perímetro de Corrientes, Pueyrredón, Pasteur y Rivadavia. Luego procedieron a allanar depósitos e incautar mercadería.
Los operativos fueron consecuencia de una causa judicial de más de cinco meses y fueron autorizados por el Juzgado PCyF N° 26, a cargo del Dr. Nicolás Repetto, con intervención del fiscal Norberto Tropea.
Esa jornada incautaron unos 66.208 elementos de “mercadería ilegal por casi $1.000.000.000”, según fuentes oficiales. Al hablar de mercadería ilegal suelen aludir a prendas con los logos pirateados.
“Los manteros no van a volver. Donde llegamos para establecer el orden, no nos vamos”, enfatizó el ministro de Seguridad, Waldo Wolff. De modo similar, el jefe de Gobierno Jorge Macri había señalado: “En Once se terminó la joda. Le acabamos de dar un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo las calles de Once. Recuperar la libertad también es esto: hacer cumplir la ley”.
Por su parte, la entidad Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO) -que pertenece al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP)- denunció violencia institucional: “Basta de robos y persecución. La gente sale a las calles a trabajar para llevarse un pan a la boca no a robar”.
Desde ese momento, iniciaron una serie de protestas en la zona de Once para exigir una solución a su situación. También para denunciar el accionar del GCBA y la policía.
Luego, hubo más allanamientos. El lunes 7 de octubre se registraron en la zona de Sarmiento, entre Pueyrredón y Boulogne Sur Mer. Al día siguiente hubo en el paseo ferial montado en el galpón de Perón y Boulogne Sur Mer. El propio Gobierno porteño lo había constituido para reubicar a los manteros expulsados de las calles en 2017; había una feria idéntica en La Rioja e Yrigoyen.
Durante el operativo dentro del paseo ferial de Perón y Boulogne Sur Mer hubo incidentes entre vendedores y efectivos de la Policía de la Ciudad sobre la esquina de Perón y Pueyrredón. “Cientos de feriantes y trabajadores del espacio público están siendo reprimidos”, denunció el MTE.
Estos últimos allanamientos se hicieron en el marco de una causa por venta ilegal de marcas apócrifas que investiga la Fiscalía PCyF 35, a cargo de Celsa Ramírez. Fueron casi 20 operativos en Once y Flores “por un valor de mercado aproximado a los $135.000.000”, según el Ministerio Público Fiscal de la CABA.
Desde ese momento, las veredas de Once están despejadas y sin la presencia de manteros. Sí hay una notoria presencia de efectivos de la Policía de la Ciudad, ya sea a pie, en patrullero, motos o camiones.
“Desde el lado de los manteros están haciendo cosas para presionar al Gobierno”, indicaron en Buenos Vecinos BA, citando la denuncia de Grabois, las manifestaciones de vendedores callejeros y sus intentos por volver a vender en la calle.
El Gobierno porteño dijo que se mantendrá inflexible, pero el clima social también es determinante, ya que muchos de los vendedores callejeros se quedaron sin su sustento diario en medio de la crisis vigente. Tanto para vecinos como para manteros el mediano plazo es una incógnita.
J.M.C.
Fotos GCBA: Arriba ahora, abajo antes: